viernes, 13 de julio de 2012

En todas partes estamos: Con un enfermero


Una prima que sufre constantemente de una dolencia, tuvo que ir un miércoles a las ocho y media de la noche de urgencias a la clínica. Como yo era el único adulto que estaba en casa debí acompañarla. 

En el hospital (de la Policía) por suerte, la atendieron muy rápido y yo me quedé esperando en un pasillo hasta que finalizara el proceso. 

Minutos después pasó un enfermero que me clavó la mirada, se la seguí y más adelante en cuestión de segundos pasó de nuevo, esta vez con un paciente en una silla de ruedas. 

Entraron a un cuarto y sin pensarlo pasé por el frente y vi que le estaba aplicando una inyección. Ahí comprendí que me había levantado un enfermero, el primero. 

Y todo fue cuestión de unos minutos, salió dejó al paciente en algún lado y volvió. Me dijo su nombre, me pidió el número telefónico y quedó de llamar el fin de semana. Me llamó el domingo, nos vimos y charlamos hasta el cansancio. 

Y el resto todo saben que sigue.

jueves, 12 de julio de 2012

Los ingenieros también lo son

No sé si les haya pasado, pero últimamente tengo la percepción que hay muchisímos ingenieros gays. En mi trabajo hay dos de sistemas que me miran a los ojos todo el día porque los tengo a pocos metros. No se deciden por mí, yo tampoco por ellos. 

He salido con dos más últimamente. Uno es ingeniero forestal y el otro ambiental. En una temporada de festivades en mi ciudad, conocí a un ingeniero civil y me presentó a uno más, que era su mejor amigo.

Luego en un viaje que hice por escasos tres días a Cartagena, estaba caminando por la bahía y no me resistí a la mirada de uno, charlamos y cuando le pregunté que hacía me respondió: "Soy ingeniero agrónomo".

Un amigo de la infancia desde hace dos años sale con un chico que no conozco en persona, pero en una conversación que tuve hace poco con él por el facebook le pregunté  a qué se dedicaba y me respondió: "estudio ingeniería química".

Todos, incluidos los gays, tenemos la manía y el pasatiempo de buscar amigos y algo más en páginas, este es mi récord: cuatro de los siete chicos con los que me encontrado a tomar un café estudian o son ingenieros. El que más me tiene embobado es uno que está a punto de graduarse como ingeniero mecatrónico.

Se me olvidaba! un estudiante de ingeniera mecánica me tiene loco y me dice que yo a él también.